El verde es el color de la vida, la naturaleza y la renovación. En nuestra colección de chales verdes para bodas, descubrirás una pieza que no solo aporta un toque de color, sino que también irradia calma y armonía. Es la opción ideal para invitadas que buscan un estilo sofisticado, natural y lleno de frescura.
El chal verde es una pieza versátil que aporta frescura, elegancia y un toque natural a cualquier look. Para sacarle partido, apuesta por prendas chicas o vestidos en tonos neutros como blanco, beige, crema o gris: así el chal se convierte en protagonista sin competir con otros colores. También funciona muy bien con negro o azul marino si buscas un conjunto más sobrio y elegante.
Si te apetece algo más arriesgado, combina el verde con toques complementarios como rosa pálido, malva o morado suave: esa nota de color aportar contraste sin romper la armonía. En cuanto a accesorios, los metálicos —plata, oro o detalles en oro blanco— realzan el conjunto con luz. Y si necesitas cubrirte al caer la tarde, puedes llevar el chal sobre los hombros o cruzado de forma ligera, permitiendo que el diseño principal siga visible.
Un chal puede transformar tu ‘look’ dependiendo de cómo lo lleves. Aquí te presento las formas más elegantes de colocarlo para una boda:
Cómo: Es la forma más sencilla y elegante. Simplemente extiende el chal sobre la espalda y los hombros, dejando que caiga de forma natural por los brazos. Los extremos pueden quedar sueltos por delante o caer sobre la espalda.
Ideal para: La ceremonia, las fotos formales y los momentos de tranquilidad. Aporta un aire de sofisticación atemporal.
Cómo: Coloca el chal sobre un solo hombro, asegurando un extremo con la mano, con un ‘clutch’ o con un broche discreto. Deja que el resto caiga de forma dramática por la espalda.
Ideal para: Un ‘look’ de gran impacto. Es perfecto para dar un toque de glamour a la entrada o para las fotos.
Cómo: Envuelve el chal alrededor de los hombros y crúzalo por la espalda, pasando los extremos por debajo de los brazos y sujetándolos por delante. Puedes dejarlo suelto o asegurarlo con un broche.
Ideal para: Protegerte del frío en las noches frescas. Esta técnica crea la ilusión de una chaqueta corta, ofreciendo cobertura total sin ocultar tu vestido.
Cómo: Pliega el chal longitudinalmente para hacerlo más estrecho. Luego, simplemente cuélgalo de los codos. El chal quedará detrás de la espalda, mostrando completamente tu vestido por delante.
Ideal para: Cuando no necesitas cubrirte, pero quieres tener el chal a mano para la noche. Es una forma cómoda y moderna de llevarlo.
Cómo: Coloca el chal sobre tus hombros como en el estilo clásico y, en la parte delantera, asegura los dos extremos con un broche joya o un alfiler decorativo.
Ideal para: La ceremonia y el cóctel. Te permite tener las manos libres y no preocuparte de que el chal se mueva de su sitio, además de añadir un accesorio extra a tu ‘look’.
La clave es que elijas la forma en que te sientas más cómoda y que se adapte mejor al estilo de tu vestido y al tipo de boda.